Choose Safe Places

Los lugares de aprendizaje y cuidado de los niños deben estar libres de contaminación.
Si la propiedad era usada como fábrica o instalación industrial o agrícola, en la edificación o en el suelo pueden haber quedado restos de sustancias químicas peligrosas. Los niños podrían quedar expuestos a estos contaminantes en el suelo mientras juegan. Además, si los negocios en las inmediaciones (como tintorerías, manicurías o talleres mecánicos) usan productos químicos, los espacios interiores de la guardería podrían resultar afectados por esas sustancias.

Si se evalúa el uso anterior de la propiedad, es posible evitar este tipo de exposición.

La exposición a sustancias perjudiciales podría aumentar el riesgo de contraer determinadas enfermedades. Los riesgos químicos suelen ser peligros más graves para los niños. Según la Agencia para el Registro de Sustancias y Enfermedades Tóxicas (ATSDR, en inglés), los niños tienen mayores probabilidades de padecer efectos negativos en la salud debido a exposiciones medioambientales por diversas razones.

• El organismo del niño, que se halla en pleno crecimiento, puede ser particularmente sensible a la exposición a tóxicos durante ciertas etapas fundamentales del desarrollo, en especial cuando queda expuesto a sustancias químicas que se sabe que causan efectos en el crecimiento.
• Los niños pesan menos que los adultos. Como consecuencia, si un niño ingiere o inhala una cierta cantidad de sustancias químicas, estaría recibiendo una dosis mayor en comparación con un adulto.
• Los niños pequeños acostumbran ponerse cosas en la boca.
• Como suelen jugar en el suelo, es más probable que ingieran tierra contaminada. Como los niños juegan más al aire libre que los adultos, existen más probabilidades de que entren en contacto con suelos contaminados y de que inhalen mayores cantidades de contaminantes de trasmisión aérea.

La ubicación segura de guarderías tiene en cuenta cuatro elementos:

1. Usos anteriores del lugar que podrían haber dejado sustancias perjudiciales.
2. Transferencia de sustancias peligrosas al centro desde lugares cercanos.
3. Operaciones o actividades de fabricación que podrían usar sustancias químicas peligrosas.
4. La presencia de contaminantes naturales y el acceso a agua potable segura.

Aunque tal vez no sea posible eliminar todas las exposiciones, una consideración exhaustiva y mitigación de estos cuatro elementos clave permite asegurar que la exposición a sustancias peligrosas no alcance niveles perjudiciales.

Cuando los centros se hayan usado para otras actividades, se debe considerar lo siguiente:

• Actividades anteriores en el centro que podrían haber contaminado el interior de las edificaciones en la propiedad. Ejemplos: fábrica o funeraria.
• Contaminación de los espacios al aire libre de la propiedad, como el suelo, el agua superficial o el agua subterránea. Ejemplos: trituradoras de automóviles, pesticidas residuales de actividades agrícolas anteriores.
• Uso, almacenamiento y eliminación en el pasado de sustancias potencialmente peligrosas en el lugar. Ejemplos: basurero o vertedero.
• Estructuras existentes o anteriores en la propiedad que contienen o solían contener sustancias peligrosas. Ejemplos: cobertizo, tanques subterráneos de almacenamiento.
• Peligros físicos. Ejemplos: pozos abandonados o escombros.
• Materiales de construcción potencialmente peligrosos en estructuras del lugar. Ejemplos: aislamiento de asbesto, pintura con plomo.
• Uso de relleno contaminado en el lugar en algún momento en el pasado.
• Ingreso de contaminantes químicos en forma de vapor en el agua subterránea o el suelo por actividades anteriores en el lugar. Ejemplo: tintorería.

Considerar los lugares cercanos:

• Lugares designados como áreas peligrosas. Ejemplos: sitios catalogados como Superfund o Brownfields, sitios incluidos en la lista del estado, otros sitios con desperdicios peligrosos.
• Negocios, servicios o instalaciones cercanos que podrían liberar materiales peligrosos en el medio ambiente. Ejemplos: talleres mecánicos, manicurías, uso de pesticidas agrícolas.
• Infraestructura de transporte que podría generar un riesgo mayor de exposiciones perjudiciales. Ejemplos: rutas de ferrocarriles que transportan sustancias peligrosas, puntos de transferencia de transporte, estaciones de camiones.
• Peligros a causa de contaminantes químicos que llegan al lugar por escorrentía, inundación, erosión del viento o ingreso en forma de vapor.

Esta iniciativa se enfoca en las guarderías habilitadas no ubicadas en viviendas privadas. Generalmente, estas instalaciones se encuentran en estructuras comerciales en áreas divididas en parcelas no residenciales (o con división mixta de parcelas residenciales). Por el contrario, las guarderías instaladas en viviendas familiares funcionan habitualmente en áreas divididas en parcelas residenciales. Por lo tanto, es menos probable que estas últimas se encuentren en bienes inmuebles que anteriormente se usaban con fines industriales. Además, existen menos probabilidades de que una guardería instalada en una vivienda familiar esté ubicada dentro del mismo edificio o inmediatamente adyacente a un negocio en funcionamiento, como una manicuría o taller mecánico, que podría generar exposiciones peligrosas.

Conteste el cuestionario sobre el inmueble para evaluar los antecedentes de la edificación. Si alguna vez se usó para otros fines, como una tintorería o una funeraria, revísela para detectar cualquier sustancia química o metales pesados. Observe a sus vecinos. Si comparte un centro comercial con una tintorería o una manicuría, asegúrese de no estar usando el mismo sistema de circulación de aire. El aire compartido podría introducir vapores u olores a la guardería. Envíenos el cuestionario completado y le ayudaremos a evaluar su propiedad.